jueves, 8 de febrero de 2007

Infinito silenciado.

Sufrires eternos y arrugados, paz, más,
Penas distanciantes,
desquicios, angustias, mustias, distorsiones, pendencieras.

lentejuelas y visores, lentejas y gusanos,
cisnes blancos, dulcineas rojas, carrozas verdes mudas ciegas por un fin,
carros alegóricos corriendo como locos
por los parques demenciales de moradas esquizoides.

y callo y callo mi pesar, no mi pensar,
y callo mi refulgir de motores que me dañan al vestirme,
al levantarme, al sonreír con falsedad,
con dolores que me atañen hoy y siempre
y que me dejan en los brazos de tu alma que deseo,

oh princesa o Morfeo,
licor en mis neuronas que releo/.

/Y amo mis visiones destruidas, las extraño y las venero,
te enveneno,
las deseo acá de vuelta en mi cabeza, en nuestras vidas,
las deseo acá en mis lenguas de manjares deliciosos
en mis ojos de suplente,
en mis ojos de ser intoxicado de su propia vida refulgiente.