martes, 19 de diciembre de 2006

Sub terra.

Humo rojo sale de mi boca ensangrentada, muy silente,
de mi saliva traicionera que cae como mares por mis dientes, encarada,
y me tiño de colores vivos;

La sangre que fluye por mis venas, el azul de mis dos ojos retorcidos.

Tres tréboles de siete hojas y no cuatro crecen dentro mío,
y el olor de tierras húmedas, inundan mis sentidos naturales,
mientras los perversos, me poseen sin quererlo.

lombrices de tierra sin cuidado se retuercen dentro mío,
ruedan colina abajo por mera diversión, por placeres subterráneos,
y sus crías se alimentan por allá en los subsuelos en que yazco entumecido.

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